Cada día, está más demostrado que tenemos un segundo cerebro en el estómago, dicen los nutricionistas y otros entendidos, puede ser, y aunque este escrito va un poco en broma, también va un poco en serio.
___Introducción
Cuesta creerlo, cuesta creer que apareciera un Giordano Bruno, un Copérnico, o un Galileo Galilei para que en poco tiempo perdiéramos nuestro centro en el sistema solar, y descubrimos que nuestro planeta era uno más, girando alrededor del sol, (y no al revés) Hemos ido perdiendo protagonismo a pasos agigantados.
Luego alguien vino a demostrarnos que unos seres infinitamente más inferiores que nosotros, minúsculos, invisibles, nos causaban enfermedades y nos mataban, era inaudito.
Luego que apareciera un tal Darwin y nos llamara monos, fue como una losa que nos cayó encima. ¡Que sólo somos unos monos algo evolucionados!
Luego, que a un tal James Hutton se le metiera en la cabeza que la edad de la tierra no era la que decía la biblia, y claro que no, porque luego vino un tal Clair Patterson a confirmarlo científicamente, que su edad era de 4.500 millones de años, y nuestras vidas duran un ratín, que no da tiempo a na´… Y eso, nos terminó de hundir.
___Capítulo Único
Lo que han descubierto los científicos para hundirnos más.
El cerebro es vago, le cuesta estudiar, le cuesta pensar, le cuesta emprender cualquier actividad. Por suerte, según el científico, que llamaremos XtheX, ya que quiere permanecer en el anonimato, el tubo que tenemos que mide 7-8 metros de longitud y que va desde la boca hasta el recto, es el que incita al cerebro a que trabaje, una mente puede estar cerrada, una boca jamás.
Pero hay que ponerle algún nombre a este tubo tan interesante, que está en todas partes, en todas las edades de la historia, en todos los seres vivos, desde un tardigrado hasta una ballena azul, pasando por las plantas, que todas, tienen sus respectivos tubitos, e incluirnos a nosotros.
XtheX quería elegir el nombre en inglés: alimentary canal, ya que ahora está muy de modo los anglicismos, pero ya puestos, se dijo, ¿porqué no utilizar el latín que así hacen los científicos? Digestivorum tuve, pero buena gana de complicarse la vida, pensó, ya que en castellano casi nos entendemos, por lo que le vamos a llamar el tubo come-caga, palabra que es directa, es icónica y el nombre que mejor lo representa.
Si a los seres vivos le quitamos el exterior, su traje de campaña, solo queda un tubo de siete u ocho metros, y ese es el alma de lo que llamamos vida, es como en las películas de extraterrestres, que el ser de otro mundo se mete en un cuerpo humano para pasar desapercibido, algo parecido hace nuestro tubo come-caga, está dentro de nosotros para guiar nuestros destinos, aunque nos hace creer que somos nosotros quien gobernamos y decidimos sobre nuestras decisiones. Nada más lejos de la realidad, si el tubo come-caga no está bien cebado, nutrido y alimentado, bien atiborrado y satisfecho se enfada y es cuando coge las riendas del poder y nos ordena el camino a seguir. El tubo quiere estar siempre atiborrado de comida, igual que atiborrada de carbón debe de estar una máquina de vapor, si no es así el tubo puede morir, y la máquina de vapor se puede parar.
El tubo come-caga es el dueño y señor del planeta tierra, está en todas partes, y está en todos los seres, cada uno de ellos lleva su disfraz, unos tienen alas, otros aletas, unos tienen patas otros cien pies, unos corren y otros saltan, unos se tapan con pelos y otros se tapan con lana, unos se visten de plumas y otros con escamas, están los que se deslizan y están los que nadan, están los que vuelan y los que andan, unos tienen un pequeño cerebro y algunas armas, y otros un gran cerebro, y pocas armas, unos con buenos colmillos, otros con garra afilada, y todos, tienen lo que tienen por una razón, para intentar tener siempre al tubo bien cebado y contento. Y estando cebado y contento, el tubo come-caga nos deja razonar, nos deja creer en utopías, nos deja pensar en el amor, tratar bien a la gente… pero si ese tubo que llevamos dentro no está satisfecho, puede ordenarte hacer cosas terribles. El puñetero tubo come-caga es todo él un gran cerebro, desde la garganta hasta el colon, es el puñetero cerebro que nos guía, que insta, el que nos ordena ir a aprender, ir a trabajar, a la guerra, a la muerte, a matar, a engañar, a buscar el poder, a tener más que el otro, a amasar cantidades infinitas de riquezas dejando a otros millones de tubos morir de hambre, es este tubo come-caga sin escrúpulos quien nos lleva a robar a mentir, a ser cínicos, a timar, a asesinar si llega el caso, para que a su intestino no le falte material para digerir.
Una mente puede estar cerrada, una boca ¡jamás!
Aquellos que eran llamados sabios porque no tenían ni la más mínima idea de ciencia, (por eso ahora a los que saben se les llaman científicos) pensaban que el corazón era el sitio de los sentimientos, del razonamiento, de las ideas, ¡que equivocados! Luego si, llegaron los científicos y fueron descubriendo que teníamos un cerebro y que era el que dictaba nuestros sentimientos, nuestro comportamiento, nuestro razonamiento, y en resumen: que es quien controla todo nuestro cuerpo y sus actividades, conscientes e inconscientes. ¡Pues no!
Según el reputado Dr.XtheX, el verdadero cerebro pensante de nuestro cuerpo es el tubo, todo lo demás son complementos, órganos que ayudan al tubo come-caga a vivir mejor, hígado, riñones, pulmones, ojos, manos, corazón, todo son complementos. ¿Y el cerebro? Es sólo el encargado de ordenar ordenadamente todo lo que ordena y dicta el tubo, en resumen, un repartidor de tareas.
Si Einstein hubiera encontrado un buen trabajo y hubiera tenido mucho dinero y no hubiera tenido el miedo a no tener satisfecho el tubo, es posible que nunca hubiera sido Einstein. Hubiera disfrutado de la abundancia de este mundo y para nada se iba a preocupar de cómo funciona la luz. Por eso se dice que en la necesidad está la agudeza, las artes, las buenas ideas para los negocios y todo lo que hace avanzar esta sociedad. Un señor tripón arto de pan, no puede ser muy creativo, aunque de joven, falto de todo y hambriento, haya sido un lince creando cualquier arte.
Lo importante no es tener un coeficiente intelectual alto, ni es tener al cerebro colmado de intensos estudios, por supuesto que no, lo importante es tener satisfecho al tubo, que es quien manda, es quien se encarga desde su, aparentemente segundo plano, motivar al cerebro cuando es necesario. El cerebro por sí mismo no sabe hacer nada, y el mejor ejemplo es que quien ha hecho una fortuna a lo largo de su vida, o nació con ella, hace que piensen otros por él.
¡Lo habréis comprobado! Que cuanto más poder tiene alguien que ha amasado riquezas, tiene ejércitos pensantes a sus ordenes, él sólo se preocupa de que su riqueza no merme pero que aumente, como un político cuando toma el poder, ¿qué va a pensar ya? Se rodea de consejeros, especialistas, politólogos… y él a las representaciones, es decir a las cenas lujosas, satisfacer al intestino, ya que es ahí donde se cuece la vida, donde se debate el destino y los destinos de los demás.
¿Creen ustedes que si nuestro cerebro fuera consciente e inteligente como creemos y tuviera realmente poder sobre nuestros actos, tendríamos esta mierda de sociedad? ¡No! si el cerebro gobernara como creemos en nuestra crédula fantasía, todo sería verdaderamente mucho más justo.
No nos echemos las manos a la cabeza, pero reconozcamos que ya bajamos nuestro ego y nuestro protagonismo a nivel animal, AL MÁS BAJO (que es el que somos) EL GUSANO prehistórico, remoto, que se arrastraba buscando alimento y que poco a poco fue evolucionando inteligentemente, ha ido adornándose con miles de fundas, pero en concreto, el que lleva la funda de humano, ha pasado a la vestimenta artificial, y ha creado algo impensable: las modas, trajes y vestidos maravillosos, inventos geniales para sus propósitos, así ha ido arropándose a lo largo de los tiempos hasta llegar a las más raras formas (de camuflarse) para engañar a sus semejantes, con la intención de, claro está, comer más que sus semejantes. Con prendas tan sofisticadas como…, (Mejor que unas garras, mejor que unos colmillos, mejor que el más inteligente cerebro) LA CORBATA, esa gran arma (como ejemplo de su verdadera astucia para ingerir, a ser posible gratis, lo que sea, cuanto más mejor, y a quien sea) El tubo come-caga puede llegar a las mas altas cumbres del engaño y la estafa por el ansia de tener su buche saciado, lleno.
14/03/1922. José Martín